DIMENSIÓN
SOCIO-AFECTIVA
La dimensión socio-afectiva hace evidente la importancia que tiene la socialización y la afectividad en el desarrollo armónico e integral en los primeros años de vida.
El desarrollo socioafectivo en el niño juega un papel fundamental en el afianzamiento de su personalidad, autoimagen, autoconcepto y autonomía esenciales para la consolidación de su subjetividad, como también en las relaciones que establece con los padres, hermanos, profesores, pares y adultos cercanos a él, de esta forma va logrando crear su manera personal de vivir, sentir y expresar emociones y sentimientos frente a los objetos, animales y personas del mundo, la manera de actuar, disentir y juzgar sus propias actuaciones y las de los demás, al igual que la manera de tomar sus propias determinaciones.
Procurar un adecuado desarrollo socioafectivo del niño implica, facilitar experiencias a partir de las cuales logre la expresión de sus emociones, tanto de ira, rabia, temor, llanto, como también de bienestar, alegría, gozo, amor, entusiasmo, darle seguridad en sus acciones, facilitando la oportunidad de escoger, decidir y valorar dentro de una relación de respeto mutuo, de aceptación, de cooperación voluntaria, de libertad de expresión, de apreciación de sus propios valores y de solidaridad y participación, hace parte de la formación para la vida, por cuanto permite a los niños ir creando su propio esquema de convicciones morales y de formas de relacionarse con los demás.


DIMENSIÓN
COGNITIVA
Entender el desarrollo de la dimensión cognitiva en el niño que ingresa al nivel de educación preescolar, remite necesariamente a la comprensión de los orígenes y desarrollo de la gran capacidad humana para relacionarse, actuar y transformar la realidad, es decir, tratar de explicar cómo empieza a conocer, cómo conoce cuando llega a la institución educativa, cuáles son los mecanismos mentales que se lo permiten y cómo se le posibilita lograr un mejor y útil conocimiento. Para entender las capacidades cognitivas del niño de preescolar, hay que centrarse en lo que éste sabe y hace en cada momento, su relación y acción con los objetos del mundo y la mediación que ejercen las personas de su contexto familiar, escolar y comunitario para el logro de conocimientos en una interacción en donde se pone en juego el punto de vista propio y el de los otros, se llega a cuerdos, se adecuan lenguajes y se posibilita el ascenso hacia nuevas zonas de desarrollo.
DIMENSIÓN
COMUNICATIVA
La dimensión comunicativa está dirigida a expresar conocimientos e ideas sobre las cosas, acontecimientos y fenómenos de la realidad; a construir mundos posibles; a establecer relaciones para satisfacer necesidades, formar vínculos afectivos, expresar emociones y sentimientos.
Para el niño de preescolar, el uso cotidiano del idioma, su lengua materna en primera instancia, y de las diferentes formas de expresión y comunicación, le permiten centrar su atención en el contenido de lo que desea expresar a partir del conocimiento que tiene o va elaborando de un acontecimiento, constituyéndose el lenguaje en la forma de expresión de su pensamiento. Por tanto, las oportunidades que facilitan y estimulan el uso apropiado de un sistema simbólico de forma comprensiva y expresiva potencian el proceso de pensamiento.
DIMENSIÓN
PSICOMOTRIZ
En esta dimensión se trabaja el conjunto de procesos regidos por las leyes de crecimiento y maduración corporal. Las actividades se disponen para permitir el desarrollo de capacidades y cualidades de coordinación, percepción del movimiento, disociación de segmentos corporales, etc que permiten la armonía del movimiento y el dominio de las habilidades y destrezas para el desempeño escolar. Comprende el conjunto de procesos propios de la acción motriz, que conforman el “hacer” y el “saber hacer”.