Bajo el nombre Espacios para transformar el mundo, el colegio presentó su Plan Maestro de Infraestructura, una propuesta pedagógica para transformar y adecuar sus instalaciones y currículo con miras a las nuevas tendencias de la educación.

El Plan Maestro de Infraestructura del Gimnasio Femenino es una hoja de ruta para llegar a un destino: una nueva visión de la educación en Colombia. Este sueño implica impulsar y articular tres grandes transformaciones institucionales:

  1. Ampliación del programa académico con base en métodos de enseñanza de vanguardia.
  2. Crecimiento del cuerpo estudiantil en un 70%, es decir, unas 1.120 en los próximos catorce años
  3. Una reinvención y expansión de las instalaciones del colegio, con un crecimiento en planta física de un 133%.

“En un modelo pedagógico como el nuestro, centrado en la indagación, el agenciamiento, el empoderamiento de mujeres a través del conocimiento y el desarrollo de habilidades para el resto de la vida, hemos visto también la necesidad de una revolución de los espacios de aprendizaje: de repente todos los espacios del colegio se convirtieron en aulas y las aulas se convirtieron en laboratorios de ideas, en lugares de creación, en espacios de colaboración en donde las estudiantes pueden aprender haciendo. Una vez superado el paradigma de la educación tradicional, que ponía una distancia infranqueable entre el maestro que daba conocimiento y la estudiante que lo recibía, los espacios de aprendizaje por fin se flexibilizaron, se abrieron a la experimentación y al contacto directo de la estudiante con su objeto de conocimiento. Cuando son pensados de la mano de un modelo educativo holístico, estimulante e innovador, los espacios físicos también empoderan y rompen con los estereotipos de género”, destacó Marcela Junguito, rectora del Gimnasio Femenino.

Para darle vida  esta nueva visión educativa, se consolidarán nueve proyectos específicos. Los primeros están diseñados para articular diferentes áreas del predio, mientras que los últimos se refieren a las diferentes edificaciones que se irán construyendo a medida que el número de alumnas vaya creciendo.

“Los rectores, como los educadores, somos intérpretes de una época, pero también estamos llamados a ser guardianes éticos del futuro. Este plan maestro que hoy presentamos responde a todas estas tendencias, a ese papel fundamental de los y las educadoras y que en su visión busca anticiparse a los retos que están por venir”, destacó Junguito.