PERCEPCIONES DE MARITZA MATUK SOBRE EL LIDERAZGO FEMENINO.
«Maritza Matuk es mamá de una gimnasiana y comparte su punto de vista sobre el liderazgo femenino y el impacto que genera en la sociedad»
Desde tiempo atrás existía un paradigma que se fue cambiando poco a poco. Se decía que los hombres eran para unas cosas y las mujeres para otras, una posición muy machista porque las damas, al igual que los varones, tienen grandes capacidades y por ende son muy brillantes.
Todos somos seres de carne y hueso con un sinnúmero de capacidades para cambiar nuestra sociedad. La mujer se aburrió de ser sumisa y se ha dado la oportunidad de demostrar todo su poder, pero aplicado con asertividad e inteligencia emocional para ser grande y dar un aporte muy significativo, tanto a su vida como a las comunidades. El sexo femenino ha demostrado que tiene todo el conocimiento y destreza para dividir la historia en dos.
El género femenino es más observador y con ello sus acciones llevan a una efectividad visible. Se dispone a asumir todos los riesgos necesarios para innovar, en cambio los varones son más reacios al cambio.
Es muy importante tanto la parte objetiva como la parte emocional, dos factores humanos esenciales en la toma de decisiones abiertas en las cuales todos los seres humanos colaboran. En las mujeres se pueden encontrar múltiples puntos de vista novedosos y desarrolladores que apenas son un granito de arena.
Las damas invitan a reflexionar y compartir los planes ideados e implementados por todos sin que esté presente el típico “líder” que no escucha a nadie. La información tomada desde diferentes puntos de vista tanto homogéneos como divergentes, se completa mucho más. Así se construye un liderazgo que permite que todo evolucione sin competencias de ego.
Todos somos líderes, aprendemos los unos de los otros, las mujeres tenemos el sexto sentido, nuestro tercer ojo que nos hace ver más allá de lo que tenemos e intuir que algo no está bien, factores que aportan valiosos elementos para tomar decisiones óptimas.
El orden femenino aporta elegancia a la familia y a la sociedad, factor clave para salir adelante. Incluso todas las mujeres cabeza de hogar, tienen todas las capacidades para formar una familia que llegue a todo lo alto, si algunas no lo han logrado solo es una pequeña dosis de motivación lo que les falta.
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